martes, 7 de diciembre de 2010

RODRIGUEZ CARREÑO Manuel (1820—d.1870)

RODRIGUEZ CARREÑO Manuel (1820—d.1870)
Médico que ejercía en Dalias a mediados del siglo XIX. Antes había sido médico de La Malá en Granada (1850-52)1
Natural de Granada .Estudia bachiller en filosofia (instituciones filosóficas) de 1835 a 1838 y Medicina en Granada Obteniendo la licenciatura de la misma en 1845(con 24 años de edad ) y la de Cirugía en 1863 a los 43 años de edad. En 6 de mayo 1850 es nombrado Académico Correspondiente de la de Medicina y Cirugía de Granada
El claustro de Medicina de Granada por aquel tiempo era:
D. Mariano López Mateos
Ascenso
D. Vicente Guarnerio
D. Antonio Coca y Cirera
D. Benito Amado Salazar
D. Juan Creus y Manso
D. Bonifacio Martínez
D. Santiago López Argüeta
En 1858
En el acto de recibir la investidura de Licenciado en Cirugía por la Universidad de Granada el 19 de junio de 1863 lee un discurso que titula: “La sociedad aun no ha llegado a conocer toda la importancia y ventajas de la Medicina y el noble papel que en ella deben representar los que la profesan” Que reproducimos a continuación
Discurso leido por D.Manuel Rodríguez Carreño en la Facultad de Medicina de
la ciudad de Granada
en el acto de recibir la investidura de Licenciado en Cirugía el día 19 de junio de1863
Ilustrísimo Señor


Discurso manuscrito de LIcenciatura leído por Manuel Rodríguez Carreño en la Universidad de Granada en 1863
    “Con el temor y recogimiento del que conoce la inferioridad de su ingenio y el respeto que se merece este sitio ,penetro hoy en el augusto recinto de la ciencia terminada la enseñanza de los estudios quirúrgicos que hemos tenido la dicha de recibir de los eminentes maestros de esta ilustre escuela cuya fama resuena ya en todos los ámbitos de la Península y debiendo aspirar al título que acredite nuestras competencias en la materia y la autorización legal para poder ejercer el honroso ministerio médico en toda su extensión,es preciso que nuestra humilde voz se deje oir pronunciando la oración con que se acostumbra terminar los actos del grado de licenciatura.Vamos a hacerlo pues en nombre de nuestros dignos compañeros graduados correspondiendo así a una confianza que estamos muy lejos de merecer,persuadidos que el sabio tribunal que nos escucha/será tan benévolo como nuestra incapacidad manifiesta.El asunto sobre el que va a a recaer esta rápida digresión es el siguiente :“La sociedad aún no ha llegado a conocer toda la importancia y ventajas de la Medicina y el noble papel que en ella deben representar los que la profesan”

“La ciencia del médico exaltará su cabeza y será alabado entre los magnates” Libro del Eclesiástico,capítulo 38

Ilsimo Señor.
Es frecuente que el hombre en su falaz e ingenuo criterio juzgue muy erroneamente acerca de las cosas que más atañen a su bien y prosperidad aunque para ello se ponga en contradicción abierta con todas las leyes del buen sentido y de sus convenencias propias.La viva luz de la inteligencia con que el Creador alumbrara su frente entre las bellas donaciones que le plugo hacer,tal vez obscurecida por la niebla densa que en derredor suyo formaran la ignorancia , la superstición y las pasiones no será siempre la refulgente antorcha que guie sus vacilantes pasos en la oscura senda de la vida , ni la que pueda hacerle distinguir el elevado objeto y trascendencias de su ilustre misión en la tierra.Avido de placeres que satisfagan las exigencias del siglo que lo esclavizan,buscará con vertiginoso afan todos los medios que puedan facilitarle el logro de su tenaz empeño si quienes tanto anhelo e inquietudes sean el precio del menoscabo de su salud y aceleren el. breve plazo de su existencia. Observesele sino, en todas épocas y lugares cual trasnocha y medita por inventar un arma homicida que halla más terrrible y sangrienta la lucha del hermano con el hermano mientras que el expectante de la desgracia y de las enfermedaes de su semejante tal vez no la merecen a considerarlo; o bien mirasele aventurar sus dias en inversiones peligrosas,cargar con los anatemas de la iglesia y hasta subir a caballo por solo poseer una yerba hedionda y toxica que quema en sus labios y arroja al segundo en humeantes bocanadas con marcada fruición a pesar de que este vegetal vicia su aliento ,enmarquece su voz y estraga su estómago ,cuando acaso cruza indiferente sino con desdén magestuosos y tranquilos bosques dulce asilo de la meditacion y de la poesía y prados amorosos donde la bella Horas? ostenta sus encantos y maravillas.
Ahora bien,una sociedad que se condena así, que siempre discurrió con la misma razón porque el atributo más constante de la humanidad ha sido siempre la contradición y el error y que lleva en su seno una asombrosa grey de intensigentes inadictos a las sabias admoniciones de las ciencias médicas mal avenidos con la templanza , la moral y buen regimen que ella impone a todos, una sociedad repetimos que se halla en tales condiciones , no ha podido formarse una idea exacta de la importancia de aquella incuria biehechora de cuyo saludable dominio mas bien ha procurado emanciparse, tachandola para cohonestar su raro proceder de impotente y absurda o apostrofandolas con el punzante epigrama.
Es cierto que la medicina no ha llegado ni llegará nunca a resolver todos los problemas que sin tregua se le proponen y que su irremediable ineficacia en algunos casos provoca el despecho del hombre ireflexivo que tal vez lisonjeado por los limitados recursos del ellas no teme exponerse a tantos padecimientos trae consigo las intemperancias y la improvisación,clamuflado e  injusto tras un desengaño cruel? contra las incertidumbres y esterilidad? de la misma?. Mas esta excusacion S.S.ni arguye en el que la dirige la mayor sensatez ni abona un conocimiento medicano de o que acontece a todas la ciencias, las cuales tienen un límite marcado mas allá del que no halla el entendimiento humano sino el imposible o el caos, todavía mayor en la de curar cuya vasta esfera de accion precisa conocimiento tan extensos y múltiples en todos los ramos del saber que apenas se concibe haya un hombre dotado de tales facultades que pueda abrazarlos con su tálento y su entendimiento a la vez en todas las tareas que emprendemos.
Por otra parte la valía de los objetos cuya custodia se fia a los auxilios de las ciencias,es un motivo también para que la ineficacia inevitable de esta sea lamentada con pasión y afecte a todos hondamente.La salud y (........) presentes cuyo alto precio sólo se conocen bien cuando se han perdido merecen al fin en las personas juiciosas y en las imprudentes al fin mas apego que los objetos que nos rodean y al contemplar la ruina segura de ellos no son acaso la ilustracion y la cordura las que se encargan de hacer justicia a los esfuerzos sincerossino la estupidez y las preocupaciones y ya lo sabe SS.la equidad que ha de predominar en el fallo que pronunciaren.Y claro es que el medico ha de sufrir todo el peso de esas apasionadas censuras de violentos ataques y recriminaciones sin que su abnegación y saber le escusen de ellos y logren reformar la opinion en este punto y enmudecer el sarcástico labio de un Molina y de otros críticos internacionales y aviesos.Estrañø?el injuso proceder que llena de amargura al Ministro de la salud y que bastaría para retraer al hombre menos suceptible de abrazar una profesión tan azarosa en sus aplicaciones prácticas ,si no hubiese corazones esforzados y almas elevadas que compendiendo los verdaderos fines de la ciencia ,su grandeza ybondad no prescindieron de tales contrariedades para seguir siendo utiles a los mismos que la detractan con el desprendimiento de qiue no se dará ejemplo,por que el sacrificio que hacen es el de su tranquilidad ,de su reputación,seguridad y vida que nunca regatea cuando sus deberes lo exigen ¿Admirable contraste entre entre la ingratitud de una sociedad injusta y veleidosa que premia con el desprecio a la agresion los esquisitos(sic) beneficios que el medico le prodiga y la resignación y per severancia de este en prestarlos siempre solicito sin que les arreden tantos sinsabores desde que niño aun y apartado del bullicio del mundo, estudia allá en la estancia de la muerte , en los anfiteatros anatómicos los misterios dea organización del hombre y las causas de sus dolencias hasta que vienen a relevarlo de amargo trabajo de la práctica, las enfermedades o la muerte’ que,sin duda ilustrísimo señor que la hermosa ciencia médica tiene algo más que de terrestre , y en el hombre que la ejerce hay cualidades que parecen estar fuera de lo humano!





Final del discurso de licenciatura de Manuel Rodríguez Carreño en 1863 el la Facultad de Medicina de Granada
   Y es lo cierto asi que la medicina parida en los primeros doores dela humanidad en un rasgo de la conmiseración divina ,tiene una historia ilustre,una enseña sublimela dela caridady mil generosos matices que publiquen la excelsitud de su origen y la santidad de sus fines, y juzgada por la recta justicia y la severa lógica se alza radiante sobre las ruines pasiones sobre el error y el capricho haciendo partícipes de su tiempo a los que se dedican a ellas para animarlos en su fe,aunque la sociedad se obstine en deprimirlos porque lastimosamente desconocen toda si importancia y ventajas ya se la considere en su objeto inmediato, el delos beneficios que qu~ dispensa al hombre curándolo o dando alivio a sus dolores, ya en sus efectos secundarios o sea, como primer elemento de civihzacion de felicidad y de progreso
Hemos dicho. Granada,20 de Junio de 1863. Firma >Manuel Rodríguez Carreño Visto bueno del decano Vicente Guanerio
Don Manuel Rodríguez Careño en 1859 era: Caballero de la Real y distinguida orden de Isabel la Católica; Socio de número de la Sociedad Económica de Amigos del País de la ciudad de Granada, corresponsal de su Academia médico-quirúrgica y de las de Sevilla y Cádiz, del Instituto médico Malagueño y de la Sociedad médica de Jerez de la Frontera; Clínico mayor que ha sido del Hospital general de Granada; primer Médico-Director de las aguas y baños minerales de La Malá, titular de su villa y Salinas y de los pueblos Ventas de Huelma y Acula; distinguido por S. M. con un voto de gracias por servicios prestados en el ejercicio de su profesión y con cartas honoríficas de varias sociedades científicas; autor de diferentes memorias premiadas. Condecorado con la Cruz de Epidemias y con la de al valor en los incendios; actual médico titular de la expresada villa de Dalias, vocal de su Junta de Sanidad e individuo de la comisión de Estadística; Director facultativo de los baños de Guardias Viejas y colaborador de la Actualidad médica
En 1863 vivía en Granada en la calle Reyes Católicos número 4.



 
Edición facsimil de la Topografía Médica
  Autor de "Topografía médica y estadística de la villa de Dalias". Editada en Almería. Imprenta de Don Antonio Cordero (1859.) 3. También en Ochotorena, I, p.200, dice que en esta obra habla de D. Baltasar Lirola (1798-1849), de Almería, orador y escritor, Maestro de D. Juan Valera. Su título completo sería: Topografía médica y estadística de la villa de Dalias [su aldea marítima de Balerma y baño mineral de Guardias Viejas, con la análisis de sus aguas y enfermedades en que conviene su uso. Almería: Imprenta de D. Antonio Cordero, 1859 128, [3] p.; 15 cm128, [3] p.; 15 cm.Esta obra ha sido reeditada en edición facsímil por la editorial Arraez en 2008 con un estudio preliminar de Pedro Ponce Molina.Texto completo en:http://ambrox.ugr.es/dalias/libros/topo.pdf
También escribe: Memoria descriptiva de la villa de la Malá en la provincia de Granada, su salina y baño termal, análisis de sus aguas minerales, enfermedades y épocas en que podrá ser conveniente su uso. Por el Licenciado en Medicina... Granada, 1850, en 4º. Era director de un balneario. Cuyo título completo es: Memoria descriptiva de la villa de la Malaha, su baño y salina; historia natural y general de la misma; análisis de sus aguas minerales; enfermedades y epocas en que podrá ser conveniente su uso / por el Licenciado en medicina D. Manuel Rodríguez Carreño, director interino por S. M. de dichas aguas, y titular de la expresada villa.1849,208 p, [2] h.; 21 cm. Esta memoria corresponde con ligeras variantes al no 988 de la Sección impresos Manuscrito firmado Martínez Reguera 573.Otra obra”: Paseos por la Malá”. Granada 1850(datos de MAFFEI, T.II.p.100.)
Autor además de Aguas minerales de Guardias Viejas, en la provincia de Almería.—Memoria respectiva al año de 1860.En 4. °—Una h. de portada, 2 de Advertencia» y n de texto, el cual se halla dividido en dos secciones, una científica y otra de fomento, y concluye con un resumen estadístico en «Dalias 30 de noviembre de1860.—El Médico-Director, Licenciado Manuel Rodríguez Carreño. »—(Rúbrica.) .Entre la advertencia y el texto hay una hoja impresa en Almería, titulada: “Mis consejos sobre el cólera», del mismo autor. Autógrafo. Poco después escribe Provincia de Almería—Memoria de los baños de Guardiavieja, que presenta el dueño en virtud del Art.° 24 del Reglamento orgánico para los establecimientos de aguas minerales aprobado por Real Decreto de n de Marzo 1868.Una h. de portada, 3 de la «Memoria» descriptiva del establecimiento, concluida en «Almería 29 de mayo de 1868—Felipe Luque» (rúbrica), seguida de un plano en tela, y en negro, con igual fecha y firma.
Otra obre del autor es:
 Paseos por La Malaha [Texto impreso] : historia natural y general de ella y sus contornos / por el licenciado en medicina Don Manuel Rodríguez Carreño Publicación: [El Padul (Granada) : Gráf. Padul, 2004] Descripción física: 126 p. ; 24 cm Término geográfico: La Malahá -- Descripción N. depósito leg.: GR 1329-2004

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